Restitución con garantías: Nuevas unidades sanitarias en Guacamayas mejoran calidad de vida para familias retornadas
Las doce familias de Guacamayas cumplen cinco años de haber retornado a los territorios de los que habían sido despojados durante los años 1996 y 1997, cuando un grupo armado incursionó de manera violenta y les obligaron a desplazarse. Ahora, gracias a la Cooperación Internacional, su permanencia se verá aún más mejorada con la construcción de 12 unidades sanitarias y pozos sépticos que contribuyen significativamente a mejorar su calidad de vida.
El proceso de restitución de tierras en Guacamayas comenzó en 2019, cuando una jueza de restitución de tierras en Quibdó ordenó la devolución de los títulos de propiedad, en total fueron recuperados doce predios que suman más de 600 hectáreas ubicadas en los municipios de Turbo y Mutatá. El caso de estas familias campesinas ha sentado un precedente para muchas víctimas de despojo de la región de Urabá, pues dejaron de ser nombradas como invasoras para ser propietarias de la tierra.
Desde que recibieron los títulos de propiedad de las tierras, las familias de Guacamayas han exigido garantías de seguridad por parte de las instituciones del Estado, así como también condiciones de permanencia en el territorio donde se garantice su autonomía económica y la soberanía alimentaria.
Para aportar a esta petición y como parte de un proyecto ambicioso financiado por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con la Asamblea de Cooperación por la Paz y la Fundación Forjando Futuros se han comenzado a construir doce unidades sanitarias en las viviendas de la comunidad.
“Sí definitivamente va a tener un impacto significativo en la salud y en el bienestar de la familia. Además tener un baño adecuado nos puede contribuir a tener un bienestar emocional al proporcionar comodidad y privacidad” dice Dina Luz Ibáñez Correa, beneficiaria.
Para quienes se benefician de esta infraestructura también representa un avance significativo en la vida digna luego de años de desplazamiento forzado.
“Si va a haber muchos cambios cuando tengamos baños; ya podremos hacer necesidades sin temer que nos vean y vamos a estar más tranquilos” señala Arnedis Cortés Ibáñez, beneficiario
Por su parte Unis Ramos Franco, beneficiaria del proyecto destaca la importancia del proyecto para ella y su familia: “Sí creo que tener un baño adecuado mejora la salud de nosotros, podríamos así evitar tener cualquier riesgo de enfermedad y se siente uno más protegido, más seguro y la verdad si me parece excelente”.
El proyecto no solo aborda las necesidades inmediatas de saneamiento, sino que va más allá de la infraestructura física, por medio de acciones como el fortalecimiento de capacidades comunitarias y acciones de restauración y reforestación, las cuales no solo mejoran las condiciones de vida, sino que también garantizan la capacidad de las comunidades para enfrentar los desafíos ambientales y sociales, promoviendo un cambio profundo y duradero en la calidad de vida de las familias beneficiarias.
El compromiso del Ayuntamiento de Madrid, la Asamblea de Cooperación por la Paz y la Fundación Forjando Futuros es un ejemplo claro de cómo la solidaridad y la colaboración pueden generar un cambio transformador en las comunidades más vulnerables. Este proyecto representa un paso adelante en la búsqueda de un mundo más justo, equitativo y sostenible, donde todas las personas puedan vivir con dignidad y seguridad.
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