VÍCTIMAS DE BOMBA EL PESCADOR EXIGEN VERDAD Y REPARACIÓN
Este 27 de febrero se cumplen 27 años desde el fatídico día en que miembros del extinto 5 frente de las FARC perpetraron un atentado devastador en el corazón de Apartadó. La explosión de una volqueta cargada con 100 kilos de dinamita, escombros y metralla en las inmediaciones del hotel El Pescador dejó una marca imborrable en la memoria de la comunidad.
Francisco Sánchez, uno de los sobrevivientes y víctima directa de la bomba, relata con dolor los eventos de aquel día y los años de lucha que han seguido desde entonces. “Hace 27 años éramos comerciantes en el centro de Apartadó. Yo estaba frente a mi negocio, cuando ocurrió el atentado. Perdí todo en un abrir y cerrar de ojos”, recuerda con pesar.
En días anteriores el excomandante del extinto frente 5 y 58 de las FARC, Jhoverman Sánchez, conocido en tiempos de confrontación como ‘Manteco’ o ‘Ruben’ reconoció responsabilidad en el caso de la bomba de El Pescador, sin embargo, a pesar de los esfuerzos continuos y la lucha incansable durante los últimos años, las víctimas, incluyendo a Francisco Sánchez y otras 28 personas, aún no han recibido reconocimiento ni indemnización administrativa.
Este vacío de justicia ha dejado a estas personas en una situación de desamparo y desesperación, sin la reparación necesaria para reconstruir sus vidas. La escena de aquel 27 de febrero de 1997 continúa siendo una herida abierta en la comunidad, con al menos 20 personas fallecidas y 53 más heridas o mutiladas. Las víctimas y sus familias exigen reparación.
Este año las víctimas interpusieron una tutela ante el Consejo de Estado contra la Sentencia que negó el reconocimiento de indemnización en sede judicial.
Hoy recordamos a aquellos que perdieron la vida, a los sobrevivientes que luchan por justicia y a una comunidad que sigue esperando respuestas. Urgen entonces, que después de que la verdad de los hechos fue reconocida ante los Tribunales de la JEP, se haga justicia en otras instancias del Estado, como lo es la reparación de tipo administrativa de las víctimas y el reconocimiento de las omisiones cometidas por el Estado en la prevención de este hecho, sólo así se podrá hablar de una efectiva Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición en nuestro país.